jueves, 26 de abril de 2012

Reflexión.



Son casi las seis de la tarde en Buenos Aires, en lo que se transforma en mi vuelta a casa. Mientras salgo de la rutina de todos los días, que por cierto no me trata para nada mal, voy pensando mientras camino "¿tendré algunos pesos guardados?". Estoy planeando comprar un par de cds, pero se acercan fechas en las que voy a gastar mucha plata, y al repasar los precios decido dejarlo el plan para principio de mes que viene.

Luego de caminar las mismas siete cuadras de todos los días a esa misma hora llego a la boca del subterráneo. El sonido de "Across the universe" de Los Beatles me llama la atención. Una guitarra que suena genial y una voz afinada deleitan a todos los pasajeros que como yo, por una mera cuestión de horarios, pasan por la estación de subte de Congreso de Tucumán.
Sonrío y le dejo unos pesos al desconocido artista, le digo gracias y me responde con una sonrisa que únicamente los músicos entendemos. Me agradece también. Miro a mi alrededor y parece que nadie tiene ni un minuto para pararse a apreciar la actuación del joven que a mi parecer busca compartir un poco de buena música más que pedir plata.

Si, estoy seguro que si fuera el hijo de John Lennon tocando nadie le prestaría ninguna atención, pero si lo supieran todo cambiaría. La música parece escucharse mejor cuando lo hace un "profesional" o un "famoso". Hoy desprecio un poco más al frenesí con el vivimos... nos vuelve sordos y ciegos al arte.

  Ahora sentado, esperando que el subte empiece su recorrido sentencio en mi cabeza, "el arte no debería ser cosa de los museos nada más". Sigo pensando hoy que la verdad de la milanga es esa. Pensé en entrevistar a este guitarrista anónimo, pero por alguna razón no apareció más. 
 Quería sorprender en mi blog entrevistando a un ignoto que muchos considerasen falto de méritos para ser entrevistados, pero para la percepción de alguien abierto una propuesta interesante. 
 Es sin dudas una asignatura pendientes para conmigo y con ustedes. Dudo tener lectores fieles así como dudo que este artista callejero sea apreciado algún día genuinamente por su talento y no por el hecho de que alguno se quiera sentir bien dejándole una moneda por reconocer lo que está tocando. La ciudad es así. 


 Hoy es viernes (jueves a la madrugada para mi cerebro que busca unas horas de sueño, todavía) y escuchando uno de mis temas favoritos de Supertramp en Youtube, en una versión en vivo que aparece en Youtube cometo un error- leer los comentarios y tomármelos a pecho. Un adolescente de 16 años clama ser superior al resto que escuchan al "rarito" de Skrillex. Otra horda de fanáticos le responden que en estos días nadie aprecia la verdadera música. 
Yo miro mi calendario y noto que hace menos de un mes estaba en Groove como loco con Skrillex a unos metros y la semana pasada estaba al borde de las lágrimas con Roger Hodgson sobre el escenario del Lawn Tennis.

Desde que tengo aproximadamente 8 años escucho a los Beatles, adoro su obra y reconozco sus limitaciones y su magia, así como veo los cds que tengo en mi escritorio y me doy cuenta que ellos cuatro me abrieron las puertas a la mayoría de las bandas que escucho hoy. Sin embargo, tengo puesta la remera que me compré en el recital de Skrillex y la semana que viene voy a ir al Ultra Music Festival. Siento que no encajo.

Mi desvelada mente se confunde y comparte con ustedes un par de pensamientos... ¿no es hora de madurar y abrirnos al arte? que yo sepa el arte no se va a compactar para que lo podamos comprar en un sobre lindo en el quiosco de la esquina.

¿Por qué nos limitamos tanto a ciertos géneros musicales y nos ponemos barreras que sabemos que odiamos y criticamos del resto?
¿Por qué el resto es una mierda, ya sea porque es viejo y pasado de moda o aburrido, o nuevo, improvisado y ruidoso?
¿Por qué si escucho ciertas bandas soy maricón y si escucho otras soy del palo? Y sobre todo, ¿por qué me vendo si escucho ambas cosas?
¿Por qué el arte tiene que estar en un cd de una banda de renombre, en una pintura en un museo, en una obra de teatro o en el cine y no puede estar en Youtube, un graffiti, a la vuelta de la esquina o en la boca de un subte?

Creo que son preguntas que la mayoría nos debemos hacer. La respuesta sin dudas es más complicada que todas las preguntas anteriores juntas.

La semana que viene van a haber un par de sorpresitas, la reseña de los shows de Roger Hodgson en nuestro país, el review de una de las obras más oscuras de una mítica banda argentina y tal vez alguna entrevista.

 Gracias como siempre por leer. Un Abrazo.

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